Es común creer que la cerveza facilita la expulsión de cálculos renales, pero esto es un concepto erróneo. Si bien puede aumentar la frecuencia de las visitas al baño debido a su efecto diurético, este mismo efecto puede llevar a la deshidratación. Y cuando el cuerpo no está adecuadamente hidratado, la orina tiende a concentrarse, lo que aumenta el riesgo de cristalización de minerales en los riñones, ocasionando la formación de cálculos renales. Por lo tanto, el consumo excesivo de cerveza puede, en realidad, empeorar el problema en lugar de aliviarlo.
Es importante recordar que la prevención de cálculos renales se basa en una adecuada hidratación y una dieta equilibrada, rica en agua y baja en sustancias que puedan favorecer su aparición, como ciertos tipos de sales y minerales. Si padeces de cálculos renales o tiene antecedentes de ellos, te espero en mi consulta para brindarte una orientación adecuada sobre cómo manejar y prevenir esta condición. Agenda tu cita aquí.