Existen muchas circunstancias físicas que afectan la función sexual: enfermedades, medicamentos, alteraciones en la circulación del pene, fumar y el sedentarismo.
También los factores psicológicos tienen gran importancia, elementos como el estrés y problemas del día a día afectan considerablemente. Cuando las personas empiezan a tener las primeras fallas desarrollan ansiedad anticipatoria, que es la predisposición por no lograr una erección por el miedo a no satisfacer a la pareja.
Acudir a una consulta por disfunción eréctil no te hace menos hombre, por el contrario, demuestras cuanto te importa cubrir las expectativas en el acto sexual y esto junto será recompensado.